Serie Credo
Yo creo en un solo señor
Nutridos por la Mano de Cristo en la Sagrada Eucaristía
EL MISTERIO DEL SANTO COMUNIÓN
¿QUÉ ES LA SAGRADA COMUNIÓN?
La Sagrada Comunión es lo que describimos en el Santo Bautismo como vivir en la plenitud de Cristo al permitirle que nos nutra con los dones espirituales; la de darse a nosotros como alimento para nuestro camino terrenal hacia Él a través del pan y el vino consagrados que nos unen en Él y nos hacen Iglesia; la Comunión de los Santos! (Ef 2: 17-22)
¿DÓNDE SE ADMINISTRARON LOS REGALOS?
Los dones son entregados al Pueblo de Dios por los presbíteros y diáconos asistentes desde el ambón (en la escalinata del iconostasio de la iglesia); aquí los fieles hacen fila para convertirse en lo que reciben; ¡Cristo! Así, haciéndonos pan partido para los necesitados, vino derramado para los sedientos en los desiertos de la duda y de la tentación.
¿QUIÉN PUEDE RECIBIR LOS REGALOS?
¡Tradicionalmente, solo aquellos que son miembros, o en este caso en plena Comunión (Bautizados) con y en la Iglesia Ortodoxa pueden acercarse a los Misterios Dadores de Vida! Sin embargo, todos los que verdaderamente creen y desean unirse a Cristo y a su Iglesia pueden acercarse y ser nutridos. Porque cuando uno profesa a Cristo, también se une a la comunidad de fe que abrazó en el Bautismo. bajo la dirección pastoral de los presbíteros y diáconos, que reciben de los sucesores de los Apóstoles la autoridad para formar el Pueblo de Dios; los obispos!
¿CUÁNDO SE ADMINISTRARON LOS REGALOS?
Hacia el final de la Divina Liturgia, después de que el clero haya comulgado; ¡los dones son administrados al Pueblo de Dios! El Sacramento Reservado (aquello que ha sido reservado para los enfermos) puede administrarse a éstos a discreción del presbítero.
¿POR QUÉ DEBEMOS DIBUJAR A LA SAGRADA COMUNIÓN?
Todos sabemos cuando nuestro cuerpo nos dice que tenemos hambre o sed, por lo que sin dudarlo recurrimos a la nevera. Asimismo, el alma también necesita su dosis de alimento que, lamentablemente, hoy en día está descuidado y hasta impedido por doctrinas erróneas. Por lo tanto, la membresía completa como se mencionó anteriormente debe mantenerse mediante una participación constante. Así, los fieles son invitados por el Señor a honrar el Sábado acercándose a Su mesa y siendo alimentados por Sus Misterios que dan vida; “¡A menos que comas mi carne y bebas mi sangre, no tendrás vida dentro de ti!” (Jn 6: 48-51)
¿CÓMO DEBEMOS RECIBIR LOS DONES?
Cuando apilamos comida en nuestro plato lo hacemos con la esperanza de que el plato esté limpio para evitar el contagio. Asimismo, cuando nos acercamos a este Misterio Asombroso, debemos ser conscientes de nuestra propia disposición espiritual y recibir al Señor en nuestro ser interior en la ferviente esperanza de nuestra Salvación. Así venimos en la fe con las manos cruzadas superpuestas tocando nuestros hombros para no estorbar la administración del Misterio. De ahí que nos identifiquemos diciendo nuestro nombre, nuestra iglesia si no es feligres de esa iglesia y abrimos bien la boca, consumimos, nos dejamos secar los labios, besamos el fondo del cáliz y nos dirigimos hacia la mesa de prósfora; ¡un lugar donde se ofrece pan y vino bendecidos para refrescar el paladar después de la comunión! no ser comulgado -como signo de amor y cuidado)